La reactivación económica ha provocado la mayor demanda de combustible y un menor bombeo de crudo por parte de los grandes productores de petróleo, a lo que se suma una menor producción de electricidad a nivel mundial, han provocado que el precio de los energéticos se eleve, una situación que ha levantado banderas rojas sobre las expectativas de inflación en todo el mundo. En estos nueve meses que lleva el años del 2021 el precio del barril de petróleo estadounidense, o West Texas Intermédiate (WTI), ha subido 66% para alcanzar 80.52 dólares por barril, su mayor nivel desde finales de octubre de 2014, mientras que el precio del crudo del Mar del Norte, o Brent, ha ganado 61.2% en el mismo lapso, para alcanzar los 84.05 dólares el barril, nivel no visto desde el 2018. Esto provoca sobrecargas de suministro de energía que se mueven más lentamente y son más complejas. Por tal motivo provoca la interrupción en el suministros de carbón en China y otros lugares, como también interrupciones en el suministro de gas natural debido a mantenimiento y cortes en Noruega y Rusia, así como condiciones de viento suave y sequía que frenaron la producción eólica en Europa y la energía hidroeléctrica en China a principios de este año, lo que generó una crisis energética. Expertos consideran que el racionamiento de energía en varias partes del mundo, así como los altos precios del combustible, dejarán marcas económicas, ya reflejadas en la inflación, lo que provocará mella en la demanda de petróleo. Además, los perforadores de Estados Unidos han aprovechado el aumento de los precios y agregaron cinco nuevos pozos de petróleo la semana pasada, siendo el quinto aumento semanal consecutivo en las plataformas de petróleo y gas, de acuerdo con la empresa especializada en servicios petroleros Baker Hughes. Los 13 países de la OPEP bombearon 27.29 millones de barriles diarios, nivel 320 mil barriles más que en agosto, mientras que Rusia y los otros ocho socios agregaron 13.44 millones de barriles diarios, 150 mil barriles más, de acuerdo con el último sondeo de S&P Global Platts. Claro es que el aumento de los precios de petróleo y la menor oferta de crudo pudieran elevar la presión de las economías consumidoras sobre las naciones productoras de petróleo para acelerar su nivel de extracción de crudo, pero los expertos consideraron que ello seguirá dependiendo de otros factores.